El comercio bilateral entre la República Dominicana y Puerto Rico ha sido históricamente significativo, dado su proximidad geográfica y vínculos culturales. Ambas Islas mantienen relaciones comerciales sólidas que benefician a sus economías, destacándose en varios sectores y rubros productivos. El tratado de libre comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana, mejor conocido como el CAFTA-DR ha permitido liberalizar las barreras arancelarias para aumentar en el comercio en la región.
En ese contexto, Puerto Rico y la República Dominicana (RD), como las dos economías de mayor tamaño de la región, tienen una gran oportunidad para potenciar el comercio bilateral y apoyar su crecimiento económico. Por un lado, RD tiene a su favor el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), sostenido que ha tenido durante las pasadas dos décadas, promediando entre 5% y 7%. Además de ese fuerte crecimiento, el vecino país ha logrado fortalecer su sector exportador anclado en las zonas francas, y crecer su sector turístico con un inventario de 80,000 habitaciones y diez millones de visitantes en el 2023.
Mientras que Puerto Rico a pesar de su larga depresión, (2006 – 2017) los fondos federales de reconstrucción asignados por el gobierno de Estados Unidos han provisto un dinamismo macroeconómico y la oportunidad para lograr un crecimiento sostenido. Este crecimiento será viable en la medida en que se implementen reformas económicas y fiscales, y se implementen acciones para fomentar la competitividad de Puerto Rico.
Evolución reciente de la relación comercial
Entre el 2018 y el 2023, el intercambio comercial entre Puerto Rico y la República Dominicana se ha mantenido casi inalterado en el rango de $1,130 millones (exportaciones e importaciones). Desde el 2021 al presente, la hermana nación ha logrado tener un balance favorable, a la misma vez que nuestras exportaciones se han estancado. En el 2023, según datos de la Junta de Planificación de Puerto Rico, el valor de las exportaciones locales hacia R.D. ascendió a $474 millones, mientras que importamos $658 millones para un déficit comercial de $184 millones.
Tanto el empresariado dominicano como el de Puerto Rico han expandido físicamente en los respectivos mercados, atraídos por las oportunidades crecientes, y solidificando las bases para aumentar el intercambio comercial y la colaboración.
Principales productos que la República Dominicana exporta a Puerto Rico:
- Azúcar, cacao y café
- Bananas y otros productos frescos
- Jugos y conservas de frutas
- Ropa y productos textiles elaborados en zonas francas dominicanas
- Medicamentos y productos farmacéuticos
- La industria farmacéutica dominicana provee insumos a Puerto Rico
- Cemento, yeso y productos derivados.
Principales productos que Puerto Rico exporta a la República Dominicana:
- Productos farmacéuticos y químicos
- Equipos electrónicos y tecnológicos
- Componentes electrónicos y equipos especializados.
- Productos de consumo, como electrodomésticos y herramientas.
- Productos enlatados, carnes procesadas y bebidas alcohólicas, como ron.
Oportunidades para aumentar el comercio bilateral
Desde nuestra perspectiva entendemos que existe potencial para expandir áreas como el turismo combinado, energías renovables y colaboración en tecnología. El proceso de reconstrucción de la Isla proyectado para durar al menos una década abre una gran oportunidad para importar mano de obra dominicana y materiales de construcción. En el área energética, el “Proyecto Hostos”, valorado en $1,200 millones, creará una interconexión energética de vital importancia para la Isla, al proveer 500 megavatios en energía para atender nuestras necesidades de corto plazo.
El concepto de “plantas gemelas”, de gran relevancia durante la década del 1980, puede ser revisitado para habilitar operaciones de manufactura complementaria entre las dos Islas. Puerto Rico y R.D. pudieran mercadearse juntas en Asia y Europa para atraer de regreso operaciones de manufactura a la región.
De igual manera, los gobiernos de ambos países con el apoyo del sector privado pudieran mercadearse juntos en el área turística para extender la estadía de los turistas en ambas Islas.
Los empresarios locales deben seguir explorando oportunidades en el área de servicios, tecnología, bienes raíces, seguros, e inversiones en bienes raíces. Los esfuerzos de colaboración bilateral deben mirar como el empresariado de las dos Islas, lejos de competir, se complementa maximizando sus respectivas ventajas competitivas.
En esa dirección, nuestra firma Inteligencia Económica con profesionales ambos mercados y tiene como principal objetivo fomentar el intercambio de ideas y análisis que permitan darle visibilidad a esas oportunidades comerciales y de inversión.