La inflación en Estados Unidos volvió a mostrar señales de persistencia en julio, respaldada por un gasto de los consumidores más firme de lo previsto y una tasa subyacente que se mantiene por encima del objetivo de la Reserva Federal (Fed). Estos datos refuerzan la idea de que la política monetaria restrictiva aún no ha logrado enfriar por completo las presiones inflacionarias, lo que podría retrasar el tan esperado inicio del ciclo de recortes de tasas.
PCE subyacente alcanza 2.9%, su nivel más alto desde 2024
El índice de precios de gastos de consumo personal (PCE), la medida de inflación preferida por la Reserva Federal, reveló que el PCE subyacente, que excluye los volátiles costos de alimentos y energía, aumentó un 0.3% en julio, en línea con el incremento de junio. Desde marzo, la inflación subyacente ha venido ganando tracción: 0.0% en marzo, 0.1% en abril y 0.2% en mayo.
En términos interanuales, el PCE subyacente se situó en 2.9%, un leve avance respecto al 2.8% de junio y su nivel más alto desde octubre de 2024. Durante ese año, el punto máximo fue precisamente 2.9% en octubre y enero, mientras que en 2023 había alcanzado un 4.8% en enero antes de cerrar en 2.9% en diciembre.
El PCE general también registró un alza del 0.2% en julio, por debajo del 0.3% del mes previo. En la comparación interanual, la tasa se mantuvo en 2.6% por segundo mes consecutivo, el nivel más alto del año y aún por encima de la meta de inflación del 2% de la Fed.
Consumo firme refuerza presiones inflacionarias
El reporte también reveló que la demanda interna continúa siendo un motor clave para la economía y la inflación. El ingreso personal creció un 0.4% en julio, en línea con lo esperado, reflejando un mercado laboral todavía fuerte. Por su parte, el gasto personal sorprendió al alza con un incremento de 0.5%, superando el 0.4% de junio.
Este dinamismo del consumidor es un arma de doble filo para la Fed: si bien es una señal de fortaleza económica, también dificulta la labor del banco central, ya que el poder de gasto de las familias mantiene vivas las presiones sobre los precios. La Fed no puede bajar la guardia si el consumo sigue tan activo.
Expectativas del mercado frente a la estrategia de la Fed
La situación actual del mercado se caracteriza por la tensión entre las expectativas de los inversores y la postura de la Reserva Federal. Por un lado, la inflación de julio se alineó con las previsiones, lo que ha reforzado la esperanza de que la Fed inicie su ciclo de recortes de tasas en septiembre. Por otro lado, la inflación aún no está bajo control de manera sostenible, lo que podría llevar a la Fed a mantener las tasas elevadas por un período más prolongado de lo que el mercado anticipa.
Actualmente, los futuros de tasas de interés asignan una probabilidad superior al 80% a un recorte de 25 puntos base en septiembre. Esta expectativa tan marcada hace que el mercado sea vulnerable. En el corto plazo, cualquier indicio de que la Fed adopte un tono más cauto en sus próximas comunicaciones podría generar una alta volatilidad, ya que los inversores ajustarían rápidamente sus posiciones.