El sector manufacturero de la isla, un pilar clave de su economía, continuó su racha de expansión en abril, aunque a un ritmo más lento que en el mes anterior. El Índice de Gerentes de Compras (PMI, por sus siglas en inglés) se ubicó en 53.6, una cifra que, si bien es inferior al 57.8 de marzo, sigue señalando un crecimiento saludable en la industria.
El PMI es esencialmente un termómetro de la salud económica del sector manufacturero. Funciona como una encuesta mensual a los gerentes de compras de diversas empresas. Una lectura por encima de 50 puntos significa que el sector está creciendo en comparación con el mes anterior; por debajo de 50, indica una contracción. Por lo tanto, el resultado de abril confirma que, por cuarto mes consecutivo, la manufactura en Puerto Rico sigue expandiéndose.
La principal causa de esta moderación proviene de dos de los componentes más importantes del índice: los nuevos pedidos y la producción. El índice de Nuevos Pedidos cayó de 75 en marzo a 57.1 en abril. De manera similar, la Producción bajó de 72.2 a 57.1.
En términos sencillos, esto significa que las fábricas recibieron menos pedidos nuevos en abril en comparación con marzo y, en consecuencia, ajustaron su ritmo de producción para alinearse con esta nueva realidad. A pesar de la caída, ambos indicadores se mantienen firmemente en territorio de expansión, lo que sugiere que la demanda, aunque menor, sigue siendo sólida.
Agravando esta tendencia, los pedidos de exportación cayeron a 46.4, saliendo del territorio de crecimiento (58.3 en marzo) por primera vez este año. Además, el trabajo pendiente (Backlog of Orders) se desplomó a 7.1, el nivel más bajo jamás registrado desde que se inició la encuesta.
En un marcado contraste con la desaceleración de los pedidos, el empleo en el sector manufacturero no solo creció, sino que se aceleró. El PMI de Empleo saltó de 52.8 en marzo a 60.7 en abril, alcanzando su nivel más alto desde marzo de 2023.
Los costos continúan siendo una preocupación central. El índice de Precios Pagados se situó en 64.3, marcando el tercer mes consecutivo por encima de 60. Esto indica que las empresas siguen enfrentando fuertes presiones inflacionarias en sus materias primas y suministros.
Mientras tanto, las empresas continúan gestionando sus inventarios con cautela. Tanto los inventarios propios (42.9) como los inventarios de los clientes (32.1) permanecen en territorio de contracción.
Entre los desafíos diarios que enfrentan los gerentes, la incertidumbre operacional fue citada como el mayor problema (25%). Además, la falta de fiabilidad de los servicios públicos (17%) y los desafíos de recursos humanos para conseguir empleados (17%) fueron destacados como obstáculos significativos. Este último punto ayuda a explicar la fuerte contratación: las empresas están invirtiendo activamente para asegurar el talento que necesitan en un mercado laboral competitivo.