Los economistas que atienden temas como ciclos electorales – y el vínculo entre la política fiscal con el ciclo electoral – han establecido una relación de hecho con el presupuesto público y la conveniencia temporal de la cercanía del día del balotaje. En parte por esta realidad se le da independencia a la política monetaria y la institución (los bancos centrales) que la manejan.
La ley electoral de la República Dominicana (275-97, y modificaciones subsiguientes) establece que en los años electorales – como lo es el año 2024 en curso – destinará un 0.5% de los ingresos nacionales (recaudaciones gubernamentales brutas) dedicados al financiamiento directo de los partidos políticos reconocidos por la Junta Central Electoral (JCE) para uso exclusivo en actividades proselitistas durante el ciclo electoral. Estos fondos son distribuidos de manera escalonada entre los partidos denominados “Mayoritarios” definidos como los que acumularon más de 5% de votos en los distintos rubros de las elecciones más recientes; “Minoritarios-Mayoritarios” con una cantidad de votos representando entre 1-5% del total; y “Minoritarios” definidos como partidos que recibieron menos del 1% del balotaje.
Los partidos mayoritarios se dividen en partes iguales el 80% del total de fondos destinados a los partidos, que en el 2024 ascienden a RD 2,016.6 millones – a ser distribuidos en cuatro partes iguales para el gobernante Partido Revolucionario Moderno (PRM), el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), el Partido La Fuerza del Pueblo (LFP) y el Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Los 7 partidos ‘Minoritarios-Mayoritarios’ controlan un 12% de la asignación total, ascendiente a RD 302.5 millones siendo estos: el Partido Dominicanos por el Cambio (DxC), el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), el Partido de Unidad Nacional (PUN), el Bloque Institucional Social Demócrata (BIS), el Partido Humanista Dominicano (PHD) y el Partido Cívico Renovador (PCR). Los otros 23 partidos denominados “Minoritarios” se dividen en partes desiguales el 8% restante, en proporción a su presencia individual en los municipios.
Así se gastarán unos $US 43 millones entre espacios para eventos, gastos publicitarios, comidas, transporte, asesorías de imagen, estrategia, afiches, merchandising y “logística” en ocasión de la cuatrenia fiesta de la democracia de la República Dominicana. Estimulativo, sin lugar a duda.
A pesar de que tienen la obligación de gastarlo todo antes del 19 de mayo del 2024 (inclusivo del 19 que es el día de las elecciones), en caso de haber segunda vuelta, se desembolsarían unos USD ~$20 millones más divididos equivalentemente entre las campañas presidenciales de ambos partidos que calificaron para el sufragio del 30 de Junio 2024.