El Índice de Precios al Consumidor (IPC) mide mensualmente la variación en los precios de los bienes y servicios que consumen los hogares. Cuando los precios aumentan, el dinero pierde valor y el poder adquisitivo disminuye, lo que significa que con la misma cantidad de dinero se pueden adquirir menos productos. Por ello, el IPC es una herramienta clave para evaluar cómo la inflación impacta el costo de vida.
En abril de 2025, el IPC en Puerto Rico alcanzó los 137.7 puntos, lo que representa un aumento de 1.0% en comparación con abril de 2024 (136.4). Aunque continúa reflejando inflación, el ritmo de crecimiento ha sido más moderado que en años anteriores.
Para ponerlo en perspectiva, los promedios anuales del cambio porcentual fueron de 2.0% en 2024, 3.5% en 2023, 6.1% en 2022 y 2.4% en 2021. El contraste con el pico inflacionario de 2022 es notable, lo que indica una estabilización gradual del entorno de precios.
Incluso años anteriores muestran una tendencia distinta: en 2020, la inflación promedio anual fue de -0.5% (deflación), y en 2019 fue de apenas 0.1%.
Entre las categorías que más presionaron al alza se encuentra alimentos y bebidas, con un incremento anual de 3.0%. En comparación con abril de 2023, el aumento fue de 6.5%, y frente a 2022, la variación acumulada asciende a 15.6%. Dentro de este grupo, algunos productos esenciales registraron aumentos significativos: los huevos subieron 31.1%, los pescados y mariscos aumentaron 8.1%, y la carne de res se encareció en 6.2%.
Los alimentos para consumo fuera del hogar, como comidas en restaurantes, comida rápida, entregas a domicilio y servicios de catering, también reflejaron un alza considerable. El índice de esta categoría subió a 173.45, desde 163.3 en abril de 2024. Este tipo de gasto, cada vez más común en los hogares, representa una parte significativa del presupuesto familiar y tiene un peso importante dentro del IPC.
Por otro lado, el grupo de transportación fue el único que presentó una disminución en su índice general, con una baja interanual de -3.9%. Sin embargo, esta caída no se reflejó en todas sus subcategorías. El transporte público, por ejemplo, experimentó un marcado aumento mensual de 42%, al pasar de 58.1 en marzo a 82.5 en abril. Además, las tarifas para vehículos de motor aumentaron 4.7% respecto a abril de 2024 y 14.8% frente a 2023.
El grupo de otros artículos y servicios fue el que más subió entre todas las categorías principales, con un alza interanual de 3.6%, lo que también contribuyó a sostener la presión inflacionaria general.
Finalmente, el poder adquisitivo del dólar se mantuvo sin cambios en $0.73, nivel que permanece constante desde marzo de 2024. Aunque el dinero sigue rindiendo menos que antes de la pandemia, actualmente no se está erosionando al mismo ritmo acelerado que se observó en los años posteriores a la crisis.
La inflación general en abril fue más contenida que en meses y años previos, pero los aumentos persistentes en alimentos, vivienda y transporte público continúan afectando de manera significativa el bolsillo de los consumidores.