El COVID-19 ha tenido el efecto de acelerar profundos cambios económicos y sociales que a penas comenzamos a entender. Por ejemplo, uno de estos cambios, es la intensificación del comercio digital como opción de consumo para millones de personas, incluyendo a Puerto Rico. Gigantes de esta industria liderados por Amazon, ya han puesto su mira sobre el mercado local, lo que afectará a miles de comerciantes tradicionales.
En el 2020, el comercio electrónico aumentó su huella en la economía y llegó a representar el 31% del consumo en la industria de las ventas al detal durante el segundo trimestre del 2020.
En Puerto Rico, un informe de Nielsen reveló que el comercio digital durante el 2019 ascendió a $650 millones. Se evidencia también que, durante la pandemia, el 30% de las ventas de alimentos se llevó a cabo a través de plataformas digitales. Se espera que esto continúe subiendo, mientras más consumidores transiten a esta modalidad.
El rol de la Inteligencia Artificial
A nivel global, muchas de estas plataformas utilizan la Inteligencia Artificial (IA) para como la tecnología que permite optimizar la manera de llegar al consumidor, entender su comportamiento y precisar conductas de consumo.
Las empresas locales que ignoren estas tendencias se les hará muy difícil competir en el nuevo entorno. La IA se ha convertido en un gran diferenciador en el sector comercial, ya que permite mejorar las eficiencias en los procesos, a la misma vez que permite maximizar la data para conocer mejor al mercado y los consumidores. Con modelos fundamentados en IA, los comercios pueden tener mayor precisión para entender el comportamiento de sus consumidores, y las principales variables que inciden en las decisiones de compra. Igualmente, el comerciante puede tener completa visibilidad de lo que ocurre en el punto de venta, y reaccionar al momento.
Ha comenzado una cuarta revolución industrial
La IA, ya se visualiza como el principal motor detrás de la cuarta revolución industrial, representada por avances como la robótica, el internet de las cosas y la impresión 3D.
Previo a la actual revolución, la humanidad ha presenciado tres revoluciones definitorias de la economía. En el siglo 18, el surgimiento de la energía a vapor y mecanización; entre finales del siglo 19 y siglo 20, el surgimiento de la energía eléctrica y la producción en masa; y a partir de la década del 1990, la masificación de la computadora personal, el internet, y las telecomunicaciones.
Un estudio del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) fue presentado recientemente por Microsoft Puerto Rico y Caribe, durante un evento celebrado en la Isla, y el mismo analiza sobre las tendencias del IAy su impacto en la economía.
En primer lugar, CIPPEC ha definido la IA como una tecnología de propósito general (TPG), es decir, con potencial para generar cambios históricos en los procesos productivos en muchos sectores a la vez: es disruptiva, puede ser difundida masivamente entre muchos sectores y maleable, fácil de adaptar y que permite la innovación.
Según el reporte, en la actualidad existen tres factores que impulsan la IA en el mundo actual, Big Data, Cloud Computing, avances en algoritmos de software y aprendizaje automático.
En América Latina, (LATAM) se estima que el escenario positivo aplicado a los sectores en los que la IA tiene más presencia, comercio, manufactura, servicios financieros, salud y gobierno, apuntan a un crecimiento promedio mayor a 4.34% al año en la región (2016-2025).
Sin embargo, a pesar del alto potencial de la AI, para fortalecer la competitividad de las economías, se requerirá un esfuerzo concertado entre las empresas, el gobierno y la academia, para crear los programas de capacitación laboral y adaptación del capital humano a las nuevas tendencias. Según las tendencias estudiadas, si bien es cierto que el gobierno debe crear las políticas públicas para la adopción de la AI, serán las empresas de donde surgirá la innovación en torno a las nuevas tecnologías.
Implicaciones para la economía local
Uno de los aspectos más relevantes del estudio es que si la región adoptara y difundiera la IA de manera más intensiva de lo que adoptó las tecnologías incipientes en los 90, podría acelerar el crecimiento más de un punto porcentual, ubicándose en 4.3% de GDP.
Puerto Rico, como una economía que lleva más de una década en depresión, debe mirar con mucho detenimiento las tendencias de esta cuarta revolución. A pesar de unos esfuerzos tímidos y aislados que se han llevado a cabo en los últimos años, particularmente por la academia, aún no se ha adoptado una política tecnológica coherente.
La ausencia de un esfuerzo claro para facilitar la adopción de las empresas de tecnologías emergentes reduce el potencial de maximizar los avances de la actual revolución en torno al IA. El reporte presentado, provee el mapa para que economías como la nuestra implementen políticas exitosas, y logren fortalecer su capacidad de crecimiento.
Mas desafiante aún, el que no exista una política pública clara en como adaptar al capital humano a las nuevas tendencias tecnológicas puede crear un disloque mayor en el mercado laboral, y por ende reducir el bienestar económico de la población.
El crecimiento acelerado de la robótica, la automatización de procesos, la impresión 3D, y el internet de las cosas, ya son tendencias irreversibles de esta cuarta revolución industrial.
En los noventa, se creó lo que se conoció la brecha digital, para describir a aquellos sectores que no tenían acceso al internet ni sabían como usarlo. Hoy hay que evitar otra situación como esa.
Hasta el momento son las empresas las que mayormente están a la vanguardia de innovar en torno a la Inteligencia Artificial, desarrollando estrategias, invirtiendo en las nuevas tecnologías, y adiestrando a su capital humano. Las empresas que transitan hacia estas tendencias son las que mayor probabilidad de mantenerse rentables en el nuevo entorno competitivo.
Un elemento a nuestro favor es que es precisamente dentro de la industria de la informática y tecnología donde la Isla ha estado desarrollando ciertas ventajas competitivas. Empresas locales comienzan a surgir con fuerza, incluyendo en mercados globales.
No obstante, el éxito económico y social de Puerto Rico dentro de esta última revolución industrial será masificar y hacer accesibles a todos los sectores las nuevas herramientas que ofrece esta tecnología.
Con el propósito de ayudar a las empresas locales en la implementación de soluciones usando Inteligencia Artificial (IA), Inteligencia Económica Inc. ha formalizado una alianza estratégica con Agnitu, una empresa especializada en el desarrollo de soluciones tecnológicas enfocadas en IA
Interesados en conocer más sobre nuestros ofrecimientos pueden entrar a nuestro portal www.agnitu.com