Recientemente, tuve la oportunidad de entrevistar para mi programa de radio, “Pulso Económico” que transmite por WKAQ 580 am, a Rafa Rojo, ex presidente de la Asociación de Constructores de hogares. Dialogamos sobre los retos y las oportunidades que actualmente en el contexto de la subida de tasas de intereses, la posible recesión y los altos costos de los materiales de construcción. En paralelo, existe en una teoría de que el mercado de vivienda se esta enfriando.
Como contexto a la discusión radial expuse que, en el 2013, se vendieron cerca de 14,000 unidades de vivienda (nuevas y usadas) con un precio promedio de 181,000, y que el mercado de lujo hizo números históricos con transacciones millonarias en lugares como Dorado y Rio Grande. La inversión de los inversionistas bajo la Ley 60 se ha convertido en un importante factor en la economía y en el mercado de vivienda.
Para Rojo, existen oportunidades, pero hay que actuar de manera estratégica. En primer lugar, Puerto Rico se encuentra muy lejos de los números de ventas de la década del 1990 y principios del 2000, cuando en la Isla se producían y vendían cerca de 22,000 unidades de vivienda. De estas, 10,000 era vivienda existente y 12,000 nuevas. El mercado fue capaz de absorber esa oferta, hasta que la economía comenzó a experimentar problemas fiscales y económicos a partir del 2006 – 2010.
A partir de entonces, comenzó a menguar la producción de vivienda nueva y el mercado giro hacia el mercado de vivienda existente. Según datos del Comisionado de Instituciones Financieras (OCIF) la venta de vivienda nueva fue de 1,106 unidades y 12,265 existentes. Rojo me dijo en el programa que en el primer trimestre del 2022 van 294 unidades nuevas y 2,482 existentes. Solo 1 de cada 10 son nuevas.
Urge convertir el desarrollo de vivienda como un tema prioritario En fin, Puerto Rico enfrenta una gran necesidad de vivienda asequible y formal. Si tomamos en cuenta que el 55% de los hogares en la isla son informales y que se necesitan 100,000 nuevas casas el reto es enorme. La retención y atracción de población requiere que haya oferta de vivienda nueva y proyectos planificados. La próxima década será clave para viabilizar una estrategia que permite potenciar de forma organizada esta nueva producción con claros objetivos sociales y económicos. De esta forma, los efectos macroeconómicos serán extraordinarios.
Una estrategia para lograr las metas de vivienda De cara a la segunda mitad del 2022, el consenso de la entrevista es que urge una estrategia integrada que incluya al gobierno central y los municipios, así como a la industria. Esa estrategia debe incluir reducir la carga impositiva que enfrentan los desarrolladores al momento de construir vivienda que puede representar el 25% del costo total de la vivienda.
Además, se deben maximizar los fondos federales provistos para la reconstrucción, resolver los temas de permisos e incentivar el trabajo. “Pulso Económico 580” le dará prioridad a este tema con entrevistas y fomentando una conversación entre las partes que puedan abonar a un ambiente a favor de la meta de vivienda para todos.