El sector manufacturero de Puerto Rico volvió a entrar en terreno negativo en julio, con el Índice de Gerentes de Compras (PMI) marcando 48.6, lo que refleja una contracción por segundo mes consecutivo. En junio el indicador había sido de 47.3, tras cinco meses previos en expansión.
El PMI es un indicador económico basado en encuestas mensuales a gerentes de compras sobre producción, pedidos, empleo y precios. Un valor por encima de 50 refleja expansión, mientras que por debajo de ese nivel indica contracción. Mientras más alejado del 50, mayor es la intensidad de expansión o contracción.
Producción y empleo en terreno negativo
La producción registró 46.4 en julio, manteniéndose en contracción por segundo mes consecutivo, aunque por encima del 43.3 de junio. Durante los primeros cinco meses del año este componente había permanecido en expansión.
El empleo mostró una caída más pronunciada, situándose en 35.7, su nivel más bajo desde abril de 2020 (32.5). Es el tercer mes consecutivo en contracción, después de 40 en junio y 47.1 en mayo. En total, cuatro de los primeros siete meses del año han reflejado contracción en el empleo manufacturero. El informe laboral confirma que la nómina del sector cayó de 83,100 en junio a 82,600 en julio, lo que indica que las empresas están reduciendo personal.
Precios bajan en julio
El subíndice de precios pagados retrocedió a 46.4, entrando en contracción tras seis meses consecutivos en expansión. Este cambio es relevante ya que sugiere una disminución de las presiones inflacionarias en el sector.
Este componente se disparó en 2021 y 2022, con promedios por encima de 70, reflejando fuertes presiones en los costos de insumos. Posteriormente se moderó a 55.5 en 2023 y a 53.1 en 2024, en medio de una normalización de las cadenas de suministro y menor presión en los precios. Sin embargo, en 2025 el promedio hasta julio repuntó a 61.3, lo que indica que los costos habían retomado una tendencia alcista antes de la contracción observada en julio.
Otros componentes del PMI de julio
La entrega de proveedores se mantuvo sin cambios en 50.0, reflejando estabilidad en los tiempos de entrega. Los inventarios propios subieron a 53.6, lo que indica una ligera acumulación por parte de las empresas, mientras que los inventarios de clientes descendieron a 32.1.
Por otro lado, los pedidos pendientes retrocedieron a 35.7, lo que señala una disminución en el volumen de órdenes en curso. La mayor debilidad se observó en los pedidos de exportación, que cayeron a 28.6, su nivel más bajo en casi siete años, desde diciembre de 2018 (25.0).
El reporte de julio confirma un enfriamiento generalizado en la manufactura: contracción en producción, caída en el empleo, reducción en pedidos y debilidad en las exportaciones. La única señal positiva provino de la disminución en precios pagados, representando cierto alivio en los costos de insumos.