Las ventas de autos nuevos en Puerto Rico sufrieron una notable contracción en mayo, marcando el segundo mes consecutivo de disminución.
Desempeño de mayo 2025
Durante mayo, se vendieron un total de 9,642 vehículos nuevos. Esta cifra representa una reducción del 8.4% en comparación con las 10,523 unidades vendidas en abril, y una caída aún más pronunciada del 20.1% respecto a las 12,072 unidades de marzo. Además, el desempeño de mayo también refleja una disminución interanual, ya que en el mismo mes de 2024 se habían vendido 10,679 autos nuevos, en contraste con los 9,642 de este año.
Comparativa histórica
El promedio mensual de ventas para 2025 se sitúa en 9,966 unidades, acumulando un total de 49,832 ventas de enero a mayo. Si bien estas cifras superan los promedios y totales registrados entre 2018 y 2020, es importante destacar que se mantienen por debajo de los niveles observados entre 2021 y 2024.
El total de 49,832 unidades vendidas en los primeros cinco meses de 2025 muestra una clara contracción al contrastarse con años recientes, como las 50,254 unidades de 2024, las 51,574 de 2023, las 53,869 de 2022 y el pico de 55,822 alcanzado en 2021. La diferencia se vuelve aún más notable al compararse con 2020, un año fuertemente afectado por la pandemia, cuando solo se vendieron 21,140 unidades, mientras que en 2019 la cifra ascendió a 41,410.
Es importante destacar que los meses de marzo y abril de 2025 fueron las únicas excepciones a esta tendencia a la baja, superando las ventas de 2024. Este repunte temporal se atribuye en gran medida a que muchos consumidores adelantaron sus compras de vehículos. La anticipación de un posible aumento en los aranceles a los autos importados, así como al acero y aluminio, incentivó a los compradores a concretar sus adquisiciones antes de que los precios se inflaran.
Factores que frenan la demanda
Uno de los principales factores que inciden en la desaceleración de las ventas es el entorno de altas tasas de interés. Los costos de financiamiento para la compra de vehículos se han elevado, lo que encarece la adquisición y desalienta a potenciales compradores. Esta situación se suma a una menor liquidez y un mayor endeudamiento que afectan el perfil crediticio de algunos consumidores, limitando aún más su acceso al crédito automotriz.
El mercado automotriz en Puerto Rico funciona como un barómetro de la confianza del consumidor. La decisión de adquirir un vehículo nuevo, a menudo una de las compras más significativas para un hogar, depende en gran medida de la percepción de estabilidad económica y el poder adquisitivo disponible para gastos discrecionales. Si bien hubo un breve repunte impulsado por expectativas de aranceles, las ventas se están acercando cada vez más a niveles prepandemia.