A pesar del dinamismo que aun exhibe la economía hasta julio, según las lecturas más recientes del Índice de Actividad Económica (IAE), el panorama para los próximos meses parece incierto. El IAE exhibe los niveles mas altos alcanzados de noviembre del 2016, y el empleo se encuentra a niveles históricamente altos, con 911,000 personas empleadas, y una tasa de desempleo de 5.9%. Sin embargo, eventos externos atentan contra la recuperación de la economía local, y el debate en torno a la proximidad de una recesión se asoman en el panorama.
Los aumentos en la tasa de interés, decretados por el Banco de la Reserva Federal, (FED) han tenido el efecto de encarece el costo de los financiamientos y el capital. La inflación parece no bajar a la velocidad que el FED quiere, lo que puede provocar nuevas rondas de aumentos en tasas hasta llegar a la meta de una inflación de 2% en algún momento a finales del 2022 o principios del 2023.
En el corto plazo, nos hemos beneficiado de una reducción gradual en el precio del petróleo que esta regresando a niveles cercanos a los $90 el barril, luego de alcanzar los $130 el barril ante la guerra en Ucrania. Igualmente, el dólar se fortalece frente el Euro y otras divisas globales según aumentan las tasas, y la inflación en julio de 8.6% demuestra que puede estar suavizándose el aumento en los precios.
Sin embargo, a nivel local ya el mercado de bienes duraderos en Puerto Rico comienza a mostrar signos de debilidad. En julio, la venta de autos tuvo una reducción con respecto a la venta en julio del 2021, y el mercado de vivienda comienza a enfriarse. Igualmente, el sector detallista se comienza a enfriar con un aumento nominal de menos de 2% en las ventas acumuladas para la primera mita del 2022, con respecto al 2021.
Así las cosas, habrá que seguir de cerca la evolución de importantes indicadores como el empleo, la venta de casas y bienes duraderos, entre otros, para evaluar si en efecto la economía local se está enfriando según se agota el dinero pandémico y las ayudas provistas como resultado del Covid-19. El índice de expectativas de gastos del consumidor que publica Inteligencia Económica junto a Retail Group, mostró una caída en julio a 44%, y los consumidores mostraron preocupación con respecto al futuro a corto plazo de la economía.
Recomienda cautela y la adopción de estrategias para enfrentar cualquiera de los posibles escenarios que asuma la economía local de cara al cierre del 2022 y la entrada a un 2023, lleno de interrogantes.