Las cifras de empleo de julio reflejaron una clara desaceleración en la creación de puestos de trabajo en Estados Unidos, tras un resultado por debajo de lo esperado y revisiones a la baja significativas en los meses anteriores.
El informe del Departamento de Trabajo reportó la creación de solo 73,000 empleos no agrícolas durante julio, muy por debajo de los 104,000 que anticipaban los analistas. A la par, la tasa de desempleo aumentó levemente, pasando de 4.1% en junio a 4.2% en julio.
Revisiones Masivas en Mayo y Junio
Las cifras de creación de empleo para mayo y junio fueron ajustadas drásticamente. La estimación inicial de 147,000 empleos en junio se redujo a apenas 14,000, una corrección de 133,000 puestos. Para mayo, el recorte fue similar: de 144,000 a 19,000, una diferencia de 125,000 empleos.
En conjunto, se esperaba que estos dos meses hubieran generado 291,000 empleos, pero en realidad solo se crearon 33,000, reflejando un desfase negativo de 258,000 puestos.
Además, en el informe de mayo ya se habían reportado revisiones a la baja para meses anteriores. En abril, la cifra inicial de 177,000 empleos fue ajustada a 147,000, mientras que en marzo, los 228,000 inicialmente reportados fueron revisados en dos ocasiones hasta llegar a 120,000.
Implicaciones para la Política Monetaria
Este panorama laboral más débil podría influir decisivamente en la política monetaria de la Reserva Federal. La pérdida de dinamismo en el empleo incrementa las probabilidades de un recorte de tasas de interés en la próxima reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), prevista para septiembre.
Tanto los inversionistas como la Reserva Federal centrarán ahora su atención en los próximos datos de inflación, especialmente ante la posibilidad de nuevas presiones inflacionarias derivadas de los aranceles recientemente anunciados.
La creación de empleo es un pilar fundamental para el consumo y la confianza del consumidor. Una desaceleración en el mercado laboral genera inquietud sobre la sostenibilidad del crecimiento económico, lo que podría frenar el gasto y la inversión. El informe de julio, junto con las fuertes revisiones a la baja, apunta a un mercado laboral que muestra señales claras de enfriamiento.