Visto una inflación a marzo de 3.38%, por debajo de la meta del 4%, y dado el crecimiento de 21.1% en la cartera de crédito bancario no luce que se perfile un incremento en la TPM en los próximos meses.
Con un periodo electoral doméstico que abarcará al menos hasta mayo, y posiblemente agosto, escenario de la segunda vuelta, en cuyo caso se duplicaría la cantidad de fondos asignados a las actividades de campaña, la motivación para no desacelerar el crecimiento es evidente.
Cualquier impacto inflacionario del elevado gasto electoral pudiera contenerse en el ultimo trimestre del año, existiendo aun riesgos de alzas de bienes como el petróleo como resultado de la inestabilidad política en las regiones productoras.
Por demás, la Reserva Federal recién insinuó que se sentiría cómoda manteniendo altas tasas un periodo más, aunque prevé futuras rebajas moderadas y paulatinas al igual que varias otras economías desarrolladas. No obstante, prevemos que existe una buena posibilidad de que las tasas de referencia aumenten en el futuro próximo si la tendencia de la inflación se inclina hacia el alza, lo cual luce bastante posible visto el aumento de los agregados monetarios y los patrones de ventas de bonos donde esta escaseando la demanda para instrumentos emitidos a largo plazo.
En lo inmediato, la reciente rebaja del precio del petróleo y otros están ayudando a la estabilidad de precios según se verifica en la encuesta de expectativas del BCRD, un hecho también verificado en las encuestas de expectativas inflacionarias de la Reserva Federal de EEUU que llevan meses pronosticando una inflación de 3%.
Las expectativas de inflación por su parte – factor determinante en las actuaciones de agentes económicos que pueden mover precios – han convergido a la diana establecida por el Banco Central. Del 3Q de 2022 al presente la volatilidad de las expectativas pasó de muy alta a negligible entre los 4 escenarios proyectados por la encuesta, dando seguridad de que por lo menos pánico no habrá bajo ninguna circunstancia.
En Estados Unidos por el tercer mes consecutivo la mediana de expectativas de inflación se mantiene en 3% (Marzo 2024) con la expectativa de cambios de precios incrementando en todo rubro de bienes. Para la gasolina y la comida incrementó en su cúmulo por 0.2 puntos porcentuales a 4.5% y 5.1% respectivamente. El costo de atención médica a su vez registró un incremento de 1.3 puntos porcentuales llevando la expectativa a un incremento de 8.1%. Las expectativas de incremento en rentas residenciales adicionaron 2.6 puntos para un total de 8.7% y el costo de la escolaridad en instituciones de educación superior registrando un incremento de 0.7 puntos porcentuales llevándolo a 6.5%. La Reserva federal señaló que mantendrá las tasas presentes y pudiera incluso seguirlas subiendo a más largo plazo para lidiar con presiones salariales y de precios de bienes, suceso que afectaría grandemente el cálculo del Banco Central de República Dominicana.