Mas allá del turismo en ambas direcciones, el comercio bilateral entre ambas economías ha comenzado a tener mayor visibilidad a partir de la visita del Rey Felipe De Borbón el año pasado. Por ejemplo, en el 2022, las exportaciones españolas a Puerto Rico registraron un valor de $303 millones, el doble del valor registrado en el 2020, cuando ascendieron a $156 millones.
Los alimentos y bebidas, y los combustibles, representan el 20% y 18%, de esas importaciones, respectivamente. Por otro lado, desde Puerto Rico se exportaron a España, $3,542 millones, casi el triple del 2020, ($1,324 millones) mayormente productos farmacéuticos, cuyo origen es el ecosistema de multinacionales ubicadas en la Isla. Sacando a los Estados Unidos, España ocupa el lugar veintidós dentro de las economías que más le compramos. Mientras que para la “madre patria”, es nuestro segundo mercado de exportaciones, excluyendo a los Estados Unidos.
En el 2023, las exportaciones ascendieron a $63.5 billones, y las importaciones ascendieron a $56.3 billones. En el 2014, exportábamos $62.3 billones e importábamos $42.5 billones. Aunque el comercio internacional asciende a $119 billones, excediendo el PIB, que es de $113 billones, Puerto Rico no tiene una oferta exportadora propia, ya que gran parte de nuestra actividad exportadora proviene de las farmacéuticas y el sector multinacional.
Los lazos comerciales, turísticos y de inversión entre España y Puerto Rico han cobrado mucha fuerza durante las pasadas dos décadas. Es evidente la presencia de importantes empresas españolas en el área de infraestructura, comercio detallista, gastronomía, turismo, seguros, energía, y hasta hace poco la banca (Santander y BVA).
Me consta que, en el contexto de los esfuerzos de reconstrucción de la Isla, importantes empresas multinacionales españolas están mirando hacia la Isla, y que la huella de empresas ibéricas va a seguir creciendo. La visita del monarca español en el 2022 no ocurrió en un vacío, y parece responder una visión de tener mayor presencia comercial en América Latina y expandir los horizontes de inversión de las empresas multinacionales ibéricas.
Es evidente que el gobierno de ese país tiene una agenda comercial clara hacia la Isla, como un mercado de grandes oportunidades para ellos. En el caso de Puerto Rico, al ser territorio de los Estados Unidos, las empresas españolas “matan dos pájaros con un tiro”, al capitalizar desde aquí una doble presencia en el Caribe y suelo estadounidense. La pregunta es si el empresariado y el gobierno van a comenzar a mirar hacia España como un mercado igualmente importante para exportar nuestros productos y servicios, no solo hacia la península ibérica sino al resto de Europa. Recordemos que una vez una empresa local se ubica en territorio español, desde ahí puede capitalizar el resto del mercado común de la Comunidad Europea (CE) libre barreras legales o arancelarias.
El gobierno de Puerto Rico junto al gobierno de España pudiera promover juntos los incentivos locales para atraer empresas ibéricas para desde la Isla hacer negocios como por ejemplo la Ley 20 y 22.
El gobierno local y la legislatura pueden actuar para mediante legislación, eliminar la doble tributación hacia empresas españolas haciendo negocios en la Isla. Eso haría a la Isla más atractivo para la inversión española y atraer nuevas empresas. El impacto fiscal es mínimo.
Estados Unidos es el mayor socio de la Unión Europea en exportaciones de bienes y el segundo mayor en importaciones. Según Eurostat, en 2023 la UE tuvo un superávit comercial con Estados Unidos. Por otro lado, en 2022, la UE fue el segundo mayor socio de Estados Unidos en exportaciones de bienes y el mayor en importaciones.