El “One Big Beautiful Bill” (OBBB), aprobado recientemente por el Senado con una estrecha votación de 51-50, introduce cambios significativos en la política fiscal de Estados Unidos, afectando impuestos, programas sociales e inmigración. Con aproximadamente $4.5 trillones en recortes de impuestos y un estimado de $3.3 trillones añadidos al déficit federal, junto con importantes recortes en Medicaid y SNAP, mayor seguridad fronteriza y financiación de infraestructura militar, el proyecto de ley tiene amplias implicaciones, incluyendo para Puerto Rico.
Impacto en Puerto Rico
Beneficios por Hijo y Recortes de Impuestos
El bill modifica significativamente las disposiciones fiscales. Extiende el Crédito Tributario por Hijos a $2,500 por niño hasta 2028, y luego a $2,000, con ajustes por inflación. Aunque los puertorriqueños generalmente no pagan impuestos federales sobre la renta de la misma manera que los residentes de Estados Unidos, las familias y empresas locales aún podrían beneficiarse indirectamente. Esto ocurriría si la Legislatura de Puerto Rico decide reflejar estas medidas federales de alivio fiscal a nivel local.
El proyecto de ley también hace permanentes los recortes de impuestos individuales de la Ley de Recortes de Impuestos y Empleos (TCJA) de 2017, con vigencia hasta 2028-2029. Esto incluye deducciones estándar más altas y la eliminación de exenciones personales. Además, la deducción por Ingresos Comerciales Calificados (QBI) se incrementa al 23%, y las exenciones de impuestos sobre sucesiones y donaciones se elevan a aproximadamente $15 millones después de 2025. Estos cambios a nivel nacional podrían beneficiar indirectamente a las empresas y contribuyentes individuales con sede en Puerto Rico a través de varios incentivos y una posible alineación con las políticas fiscales locales.
Recortes en la Cobertura de Medicaid, SNAP y ACA
Uno de los aspectos más significativos de la OBBB implica recortes a programas cruciales de la red de seguridad social. El proyecto de ley impone reglas de elegibilidad más estrictas y requisitos de trabajo para Medicaid y SNAP, transfiriendo el 5% de la financiación y el 75% de las tareas administrativas a los estados. La Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) estima que estos cambios podrían llevar a que aproximadamente 12 millones de personas pierdan Medicaid, 2 millones pierdan SNAP, y alrededor de 16 millones de inscritos en el Mercado de la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (ACA) se enfrenten a la pérdida de subsidios o a aumentos significativos de las primas.
Puerto Rico, que recibe financiamiento de Medicaid a través de un bloque de subvenciones, no está exento de estos impactos. Estos recortes probablemente se traducirían en menos financiamiento federal y mayores cargas administrativas para el gobierno local, lo que podría limitar el acceso a servicios esenciales de salud y seguridad alimentaria. Es importante señalar que Puerto Rico ya recibe significativamente menos financiamiento de Medicaid per cápita en comparación con los estados, y los cambios de la OBBB agravarían esta disparidad, empeorando aún más los problemas de acceso a la atención médica en la isla. Además, el proyecto de ley incluye disposiciones que podrían afectar a los participantes del Mercado de ACA en Puerto Rico, lo que podría llevar a la pérdida de subsidios y mayores costos de seguro si los créditos de prima mejorados de ACA no se extienden más allá de 2025.
Retraso en las Zonas de Oportunidad
El proyecto de ley extiende los incentivos de las Zonas de Oportunidad hasta 2028. Estas zonas ofrecen exenciones fiscales a los inversores en áreas económicamente desfavorecidas, con el objetivo de estimular la inversión privada. Sin embargo, la participación de Puerto Rico se retrasa, y los beneficios comenzarán solo después del 31 de diciembre de 2026. Este desfase temporal podría poner a Puerto Rico en desventaja en comparación con los estados a la hora de atraer inversión inmediata a través de estas exenciones fiscales.
Protección de la Energía Renovable
Existe una enmienda específica introducida por la congresista de Puerto Rico, Hernández, que ofrece cierta protección para los esfuerzos de energía limpia de la isla. Esta enmienda retrasa la rescisión de los fondos de proyectos energéticos hasta que los programas solares en Puerto Rico estén completamente financiados y operativos. Si bien esto proporciona una protección temporal para las inversiones en energía limpia en la isla, su implementación final dependerá de futuras negociaciones en el Congreso y la aprobación en la Cámara, especialmente porque la versión del Senado generalmente elimina los créditos fiscales para la energía renovable antes de lo programado.
El “One Big Beautiful Bill” representa una espada de doble filo para Puerto Rico. Si bien algunas disposiciones podrían ofrecer un alivio limitado y oportunidades, los recortes en programas esenciales y el impacto de una creciente deuda federal plantean serias amenazas. Dado que este proyecto de ley ya ha superado el cedazo de la Cámara Federal y ahora se dirige al Pleno para su votación final, es crucial que el gobierno de Puerto Rico se prepare para mitigar los impactos negativos y maximizar cualquier beneficio posible.