El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Puerto Rico se situó en 137.80 en mayo de 2025, lo que representa un aumento interanual del 1.0% frente al nivel de 136.50 registrado en mayo de 2024.
El IPC contempla ocho grandes categorías de gasto: Alimentos y bebidas, Alojamiento, Ropa, Transportación, Cuidado médico, Entretenimiento, Educación y comunicación, y Otros artículos y servicios.
Sectores con mayor presión inflacionaria
Varios grupos de bienes y servicios contribuyeron al alza general del índice. La categoría de Otros artículos y servicios lideró el aumento con un 3.6% interanual, seguida por Alimentos y bebidas, que subió 3.2%. Dentro de este grupo, se destacaron los incrementos en huevos (+29.6%), pescados y mariscos (+10.5%) y carne de res (+8.1%). En contraste, los vegetales frescos cayeron 8.1%, y la carne de aves se redujo 5.4%.
Los sectores de Alojamiento y Cuidado médico también mostraron avances, ambos con un aumento del 2.0%. Dentro del alojamiento, la subcategoría de alojamiento fuera del hogar fue la única con una marcada disminución, cayendo 15.4% interanual y 13% mensual. Por su parte, Entretenimiento subió 1.4%, mientras que Educación y comunicación aumentó 1.1%.
Categorías que contribuyeron a la desinflación
El grupo de Transporte presentó una contracción del 4.0% respecto al año anterior, arrastrado principalmente por una caída del 16.5% en el precio del combustible para motores y del 8.6% en mantenimiento y reparación de vehículos. Sin embargo, dentro de este mismo grupo, el transporte público destacó con un aumento del 23.6% anual y un notable 63.5% desde marzo de 2025. La categoría de Ropa también registró una leve disminución de 1.0%.
Estabilidad del poder adquisitivo
El poder adquisitivo se ha mantenido en $0.73 desde marzo de 2024, acumulando 15 meses consecutivos sin variación. Esta estabilidad sugiere que, a pesar de los aumentos en ciertos rubros, la capacidad de compra del consumidor promedio no se ha deteriorado significativamente. Este indicador es clave para medir la salud financiera de los hogares y la resiliencia del consumo.
Aunque los precios siguen elevados, la inflación muestra señales de moderación. La estabilidad en el poder adquisitivo refuerza la percepción de que, por ahora, el consumo de los hogares mantiene su capacidad de resistencia.