Por tercer mes consecutivo, Puerto Rico ha superado las 500 quiebras reportadas, una situación no vista desde finales de 2019. Son ya tres meses consecutivos registrando más de 500 quiebras en Puerto Rico.
Repunte en las Cifras de Quiebras
Mayo cerró con 520 quiebras, siguiendo de cerca los 519 casos registrados tanto en abril como en marzo. Esta persistencia en las altas cifras eleva el total acumulado de quiebras en lo que va de 2025 a 2,502. Comparativamente, esto representa un aumento de 151 casos respecto a los 2,351 reportados en los primeros cinco meses de 2024.
En los últimos 6 años, la trayectoria de las quiebras en Puerto Rico ha sido volátil. Tras alcanzar 3,160 casos en los primeros cinco meses de 2019, se observó un descenso notable a 2,101 en el mismo periodo de 2020. Esta tendencia a la baja continuó en los años siguientes, con 1,718 en 2021 y 1,594 en 2022 durante el mismo período. Sin embargo, el año 2023 marcó un punto de inflexión, con un ligero aumento a 1,692. El verdadero salto se observó en 2024, con 2,351 quiebras, lo que implicó un alarmante aumento del 38.9% en comparación con el mismo período del año anterior. De enero a mayo de 2025, las quiebras ascendieron a 2,502.
Radiografía de las Quiebras por Capítulo
El análisis de las 2,502 quiebras registradas en 2025 revela una distribución específica por capítulos. La mayoría, con 1,599 casos, corresponde al Capítulo 13, que permite a individuos con ingresos regulares reorganizar sus deudas. Le sigue el Capítulo 7, con 876 casos, que implica la liquidación de activos para saldar deudas. En menor medida, se han registrado 25 quiebras bajo el Capítulo 11, utilizado principalmente por empresas y algunos individuos con deudas complejas para reorganizarse, y solo 2 casos bajo el Capítulo 12, diseñado para agricultores y pescadores familiares. El predominio de los Capítulos 13 y 7 sugiere que gran parte de la presión financiera recae directamente sobre los hogares y las pequeñas empresas.
Factores Macroeconómicos que Impulsan la Crisis
Numerosas empresas continúan siendo afectadas por una combinación de factores macroeconómicos adversos. Los altos costos de operación son una queja recurrente, encabezada por el costo energético, seguido por el aumento en las rentas comerciales y un incremento generalizado en los precios de los productos, lo que comprime los márgenes de ganancia.
Este escenario se agrava por el comportamiento del consumidor. Frente a una inflación persistente y la necesidad de reducir gastos, los puertorriqueños están optando por la cautela en el consumo. Esta prudencia se traduce en una disminución de las ventas para muchos sectores, creando un ciclo vicioso donde la menor demanda empresarial se encuentra con mayores costos operativos.
La persistencia de las quiebras en los últimos meses es un claro indicador de que las cifras comienzan a separarse de los números posteriores a la pandemia, dirigiéndose hacia los niveles prepandemia. Sin embargo, aún estamos lejos de las cifras de 2019, cuando se reportaban más de 600 quiebras por mes.