El presidente Donald Trump ha anunciado una nueva ola de aranceles, incluyendo la reactivación de algunos ya existentes y la imposición de otros más agresivos, que comenzarán a aplicarse a partir del 1 de agosto de 2025. La medida forma parte de su estrategia para reequilibrar las relaciones comerciales internacionales y fortalecer la industria manufacturera estadounidense, aunque se anticipan impactos económicos significativos tanto a nivel global como local.
La suspensión temporal de ciertos aranceles, que originalmente expiraba el 9 de julio, fue extendida hasta el 1 de agosto mediante una orden ejecutiva firmada por Trump el 7 de julio. El mandatario dejó claro que no habrá más prórrogas. Paralelamente, la Casa Blanca ha enviado notificaciones formales a más de 20 países, advirtiendo sobre la entrada en vigor de nuevas tarifas si no se alcanzan acuerdos bilaterales antes de esa fecha.
Nuevos Aranceles Anunciados
Entre las medidas más relevantes destacan:
- Arancel Recíproco General: La tasa base recíproca se elevará a un rango entre 15 % y 20 %.
- Cobre: A partir del 1 de agosto se aplicará un arancel del 50 % a todas las importaciones de cobre, con el argumento de seguridad nacional y como incentivo para reactivar la industria nacional.
- Brasil: Amenaza de un arancel del 50 % sobre todas sus exportaciones a EE.UU.
- México y la Unión Europea: Se les impondrá un arancel del 30 %.
- Japón y Corea del Sur: Enfrentarán un arancel del 25 %.
- Canadá: Todas las importaciones estarán sujetas a un arancel del 35 %.
- Productos farmacéuticos: Se contempla un arancel de hasta 200 % en el plazo de un año, luego de un periodo de gracia para que las empresas relocalicen su producción en EE.UU.
- Otros países: Se enviaron cartas notificando aranceles de entre 20 % y 40 % a países como Filipinas, Malasia, Sudáfrica, Bangladés, Indonesia, Tailandia y otros.
- China: Se mantiene un arancel del 30 % sobre todas las importaciones, compuesto por un 10 % recíproco general y un 20 % adicional como penalidad “antifentanilo”. Esta medida forma parte de una tregua comercial alcanzada en mayo, vigente hasta el 12 de agosto.
Ingresos Fiscales aumentaron en junio
La administración Trump ha justificado los aranceles como una vía para fortalecer las finanzas públicas y recuperar la soberanía económica. Solo en junio, el gobierno federal recaudó $26,600 millones en ingresos arancelarios. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, afirmó que ya se han acumulado más de $100,000 millones, y se proyecta alcanzar los $300,000 millones para diciembre. Con la entrada en vigor plena en agosto, se espera una aceleración en la recaudación.
Efecto Inflacionario en Puerto Rico
La imposición de nuevos aranceles tendrá un impacto inflacionario considerable en Puerto Rico, una economía caracterizada por su alta dependencia de las importaciones. Con una tasa de pobreza del 41.6% y más del 85% de los alimentos provenientes del exterior, la población puertorriqueña es especialmente vulnerable a aumentos en los precios, más aún que en los estados de Estados Unidos.
Estos aranceles no solo encarecerán productos esenciales, sino que también podrían interrumpir las cadenas de suministro, provocando escasez de bienes y una presión inflacionaria adicional. Se anticipan aumentos en los precios de bienes clave como automóviles, teléfonos móviles, computadoras, ropa y alimentos, impactando directamente el costo de vida. Sectores manufactureros locales también se verán afectados, ya que gran parte de las materias primas y componentes utilizados en la isla son importados.
Aunque los aranceles podrían representar mayores ingresos para el gobierno federal, en Puerto Rico se traducirán en mayores dificultades económicas y logísticas para consumidores y empresas por igual.