En la noche del 13 de Junio 2024 se publicó el Decreto Presidencial 324-24 estableciendo sobre las bases del Nearshoring, la legislación Estadounidense del Chips and SCIENCE Act y la general reconfiguración de las cadenas de valor una priorización a nivel de política nacional el fomento a la industria de semiconductores en República Dominicana. Dirigido al Ministerio de Industria, Comercio y MiPyMEs (MICM) – quienes de por sí firmaron un acuerdo reciente con la Universidad de Purdue dirigido al mismo sector – empodera las instancias gubernamentales involucradas en la Estrategia Nacional de Desarrollo (END, ley 1-12) como por ejemplo el gabinete de inversión a extenderle facilidades especiales puntuales a proyectos reconocidamente involucrados con la materia. También ordena la redacción por parte del MICM de una “Estrategia Nacional de Fomento a la Industria de Semiconductores” (ENFIS) con fecha de entrega a 60 días y presentación previa al 31 de diciembre del año en curso.
Con ingresos brutos proyectados de unos $620 mil millones de dólares para el año 2024, los semiconductores han encontrado salida en años recientes a través de productos tan variopintos como automóviles, telefonía celular, infraestructura (vial, portuaria, de telecomunicaciones) además de un rápido crecimiento de mercado por encima de los 2 dígitos (16% en 2023). El creciente mercado de Inteligencia Artificial también promete vender cuantiosas cantidades de este rubro. El microchip es diseñado por compañías como Nvidia, Qualcomm, Intel o Broadcom para sucesiva fabricación en “fundidoras” como la Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) cuyo riesgo político se entiende haber disparado en años recientes. Se entiende que como parte de la estrategia de Nearshoring para los clientes de tal empresa sería resguardar su suministro a través de una segunda opción como pudiera ser una fábrica en República Dominicana.