En diciembre de 2024, Puerto Rico registró un déficit comercial de negativo $618,273,743, su peor desempeño desde enero de 2023, cuando el déficit alcanzó negativo $692,957,795.
Esta cifra representa un cambio drástico respecto a noviembre de 2024, cuando la balanza comercial mostró un superávit de $167,177,841, lo que implica una variación mensual de aproximadamente $785 millones. La caída interanual es aún más pronunciada, ya que en diciembre de 2023 se registró un superávit de $478,933,897, reflejando una reducción de $1,097 millones en un año.
Alta Volatilidad en el Comercio Exterior de Puerto Rico
En octubre de 2024, la isla alcanzó un superávit de $2,762,151,520, el más alto desde octubre de 2017, impulsado por exportaciones de $7,331,301,847, un nivel no visto desde diciembre de 2010.
Desde julio de 2002 hasta diciembre de 2024, Puerto Rico ha registrado un saldo comercial negativo en 11 meses, 10 de ellos después de la pandemia.
Desplome de las Exportaciones y Comportamiento de las Importaciones
Las importaciones en diciembre de 2024 totalizaron $4,390,724,148, reflejando una caída mensual del 4.9% en comparación con noviembre ($4,617,806,431). Sin embargo, en términos interanuales, hubo un leve aumento del 1.7% frente a diciembre de 2023 ($4,316,758,756), lo que sugiere que la demanda por bienes importados sigue siendo fuerte.
El problema principal fue la caída de las exportaciones, que se desplomaron un 21.1% en solo un mes, pasando de $4,784,984,272 en noviembre a $3,772,450,405 en diciembre. En comparación con diciembre de 2023 ($4,795,692,653), la caída fue del 21.3%, convirtiendo a diciembre de 2024 en el mes con menor nivel exportador desde enero de 2022 ($3,449,850,432).
Una balanza comercial negativa indica que se importa más de lo que se exporta, lo que puede generar déficits en la cuenta corriente y una mayor dependencia del capital externo. El déficit de diciembre de 2024 refleja una combinación preocupante de menor actividad exportadora y una demanda interna sostenida por productos importados. Si esta tendencia persiste, podría afectar el crecimiento económico y la generación de empleo en sectores clave.