Al observar la composición de los medios de pago en el sistema financiero dominicano observamos que hace diez años, en 2014, el 51.9% del valor de las operaciones se realizaban mediante transferencias electrónicas (principalmente débitos y créditos directos), un 43.9% se realizaba con cheques y solo un 4.2% con tarjetas de crédito (3.3%) y débito (0.7%) y gubernamentales (0.2%).
Esta estructura se transformó radicalmente para 2023. Las transferencias electrónicas se vuelven preponderantes, abarcando el 88.2% del valor de los pagos bancarios en la economía. Las tarjetas aumentan a representar un 6.8% del valor de las transacciones (4.5% en tarjetas de crédito y 2.0% con tarjetas de débito (0.7%) mientras los cheques pasan a último lugar con solo un .1% del valor de las transacciones.
Este fenómeno apunta a una mayor digitalización bancaria del sistema económico en consonancia con las tendencias mundiales. A futuro se espera que el uso de los cheques disminuya aún más.